Videojuegos… ¿Qué debemos tener en cuenta?

Hace un mes aproximadamente nos sorprendió la noticia de un joven de la provincia de Castellón que había necesitado ser ingresado a consecuencia de su adicción a los videojuegos (ver noticia).
A pesar de lo alarmante de la noticia esto no es algo tan habitual ya que la mayoría de los niños/as o adolescentes que juegan a videojuegos no se vuelven adictos. No obstante, sí conviene estar atentos a las señales que pueden indicar que nuestro hijo/a está teniendo dificultades y poner en práctica algunas pautas para prevenir hábitos no saludables con los videojuegos.

Algunas señales:

Tendencia a preferir quedarse en casa. En lugar de hacer planes en la calle comienzan progresivamente a pasar más tiempo en casa, en su habitación. Dejan de estar interesados en otras actividades de las que antes disfrutaban y limitan su ocio al juego.
Reducción de las interacciones sociales. Sus relaciones sociales se ven mermadas, limitándolas paulatinamente a las que se dan a través del juego.
Dificultad para parar de jugar. Pueden mostrar enfado desmesurado e incluso agresividad cuando se les pide dejar de jugar. Igualmente pueden estar irascibles, ansiosos o tristes cuando no se les permite jugar o pasan mucho tiempo sin hacerlo.
Desorganización de horarios. Los videojuegos están pensados para los jóvenes se pasen horas y horas jugando. Esto puede llevarles a perder la noción del tiempo y olvidarse de acudir a otras actividades extraescolares o incluso de alimentarse. El sueño suele verse también muy afectado ya que pueden pasar horas conectados por la noche.
Afectación a otras áreas. Es posible que por la falta de descanso se vean afectadas otras áreas de la vida. Por ejemplo, es fácil que su situación académica empeore ya que dedicarán la mayor parte del tiempo a jugar, dejando a un lado las tareas escolares. La comunicación y las relaciones familiares se deterioran y como mencionábamos al principio también se ven afectadas las relaciones sociales, estando cada vez más aislados.

Hay que tener en cuenta, que los videojuegos en sí mismos no son perjudiciales, es el uso incontrolado de los mismos lo que puede suponer un desorden grave en la vida de los niños/as y adolescentes. Pero para prevenir este tipo de situaciones hay mucho que los padres y madres podéis hacer. Lo primero es entender que ellos/as todavía no tienen la capacidad de autorregularse tan desarrollada como los adultos, y para eso estáis vosotros/as, para ayudarles y acompañarles en ese aprendizaje favoreciendo que en un futuro puedan tomar mejores decisiones al respecto. Es imprescindible que estéis muy atentos al uso que hacen de los videojuegos y que hagáis una SUPERVISIÓN continua.

A continuación os proponemos algunos aspectos a tener en cuenta:

Limitación del tiempo. Este es uno de los aspectos centrales. Debe haber una norma clara en cuanto al tiempo que pueden destinar al juego y este debe de ser siempre después de que hayan cumplido con sus responsabilidades (deberes, recoger el cuarto…). El tiempo destinado puede ser más reducido entre semana para que se centren en las tareas escolares, y algo más prolongado el fin de semana cuando disponen de más tiempo libre. Para favorecer el cumplimiento de esta norma, podéis implicar a vuestros hijos/as en la decisión permitiéndoles aportar su punto de vista y llegando con ellos/as a acuerdos.- Establecer consecuencias ante la ruptura del acuerdo. Romper el acuerdo establecido debe suponerles una consecuencia ajustada y relacionada con el acto. Por ejemplo, si hoy se ha excedido en media hora, mañana jugará media hora menos. De nada sirve imponer una consecuencia desmedida del tipo “todo el mes castigado/a sin jugar” si luego no vamos a poder sostenerla y vamos a acabar cediendo.
Juego en zonas comunes. Establecer la zona de juego en un área común de la casa, facilita la supervisión. De esta manera podréis observar el tipo de juegos en los que participan, la comunicación que tienen con otros jugadores, sus reacciones cuando ganan o consiguen algún hito dentro del juego, y también cuando pierden.
Mostrar interés. Interesaros por el tipo de juego que les gusta, cuáles son las reglas, los personajes… puede ayudaros a conocer mejor los intereses de vuestros hijos/as y a la vez abrir un canal de comunicación con ellos. Además es imprescindible para conocer el tipo de contenidos a los que tienen acceso ya que en algunos puede haber excesiva violencia o contenidos/publicidad para adultos.
Ofrecer alternativas de ocio. Fomentar otro tipo de actividades es fundamental para romper la tendencia hacia el uso excesivo. Los videojuegos son de muy fácil acceso, están a un solo click y requieren muy poca planificación y esfuerzo por lo que es fácil que recurran a ellos. Ofrecerles alguna otra actividad que le pueda gustar y que además podáis compartir les abrirá a otras posibilidades de ocio.

Recordad, que no es cuestión de prohibir si no de regular su uso.
En cualquier caso, si detectáis que los videojuegos pueden estar interfiriendo en la vida de vuestros hijos/as, os preocupan los contenidos a los que acceden o el tiempo que invierten… os invitamos a que os pongáis en contacto con nuestro servicio. Desde aquí podremos valorar la situación y asesoraros para encontrar soluciones.

 

Imagen: Foto de Personas creado por rawpixel.com – www.freepik.es

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