¡Comienza la aventura!

Lleváis nueve meses esperando, y por fin está aquí.

Seguramente habréis pasado todo este tiempo leyendo cantidad de libros e información acerca de los cuidados y necesidades de los bebés y a pesar de esto estéis muertos de miedo ante esta nueva situación. Tranquilos, es normal. Estáis en el comienzo de una etapa que transformará por completo vuestra vida y enfrentarse a esto a menudo lleva consigo inseguridad y miedo a lo desconocido. Es probable también que sintáis el gran peso de la responsabilidad de la crianza, de saber entender las necesidades del nuevo miembro de la familia. Os haréis preguntas como cada cuanto hay que darle el pecho o biberón, si es normal que duerma tanto, si hay que bañarle todos los días, si tendrá frío o calor… Son numerosas las dudas que surgen, como también son muchas las alternativas y los estilos de crianza. Probablemente todos los que os rodean os darán consejos, algunos desde la experiencia otros quizá desde el desconocimiento pero con muy buena intención. Lo cierto es que lo que funciona a unos no funciona a otros y que no existen las varitas mágicas. Lo mejor es hacer caso a los/as profesionales que os están acompañando en este proceso, matrona, médico/a de cabecera, pediatra… y confiar en vuestro propio instinto y sentido común para construir vuestro propio estilo de crianza.

La maternidad / paternidad, ya sea en pareja o en solitario, es una etapa preciosa y  muy emotiva pero a la vez entraña ciertos desafíos. Casi todo en esta etapa se centra en los cuidados al bebé, a veces olvidando incluso vuestras propias necesidades. De un día para otro se modificarán hábitos, horarios, costumbres, perderéis algunas rutinas con las que antes disfrutabais, tendréis menos tiempo para vosotros mismos… ¡Menos mal que los bebes también nos regalan momentos maravillosos! Pero pesar de estos momentos preciosos, esta nueva situación inundada de inseguridad e incertidumbre junto con la falta de descanso, puede generar situaciones de tensión o desacuerdos con la pareja o seres queridos. Por esto es importante que además de cuidar del bebé no olvidéis cuidar de vosotros/as. Recordad, cuidar de vosotros es también cuidar de vuestro bebé.

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